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La falsa ilusión de la “solución total” en la transformación digital



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En los últimos días, he escuchado comentarios que me dejaron una reflexión profunda: aún existen líderes que creen que la transformación digital solo puede darse cuando se implementa una “solución total”.


Para ellos, cualquier desarrollo in house, aplicativo creado desde la experiencia del usuario o software de nicho es visto como un “sistema aislado”, un “pegote” o un “parche”.


Lo peor que puede hacer un líder es esperar a la perfección; lo mejor es construir con lo que hoy genera valor, con lo que dignifica a las personas y conecta cada sendero en un futuro común.


El espejismo de la solución única


Detrás de esta visión se esconde una lógica reducida: pensar que lo único válido es un gran proyecto que abarque todo al mismo tiempo. Pero en el mundo real, ese escenario rara vez existe.


Las organizaciones determinan prioridades en función de lo que impacta directamente al negocio, y mientras ciertas áreas avanzan con grandes inversiones tecnológicas, hay otras que no entran en ese primer plano.


El riesgo de los senderos no atendidos


Aquí es donde cobra relevancia lo que llamo senderos digitales: caminos pequeños, prácticos y progresivos que permiten a cada área avanzar en su madurez tecnológica. Cuando no se atienden, se abre la puerta a un problema mayor: la información termina aislada, secuestrada en los equipos de los usuarios, quienes, con la mejor intención de avanzar, crean sus propias soluciones en hojas de cálculo, macros o herramientas no integradas. Esto, lejos de ser una debilidad, refleja un grito de necesidad que no debe ignorarse.


Software de nicho: el complemento estratégico


Además, en la historia de la tecnología hemos visto que el verdadero valor no siempre está en una sola plataforma “total”. Al igual que en los esté­reos de los 90, donde cada componente especializado ofrecía lo mejor en su función, en las organizaciones de hoy el software de nicho juega un papel clave. Estas soluciones específicas, cuando se integran con visión, potencian la capacidad de respuesta y enriquecen el ecosistema digital. No son parches: son especializaciones que elevan la competitividad.


Nunca dejar áreas al olvido


Sin duda, nunca se dejarán esas áreas al olvido. Irónicamente, dotarlas de soluciones puntuales no solo les permite avanzar, sino que ayuda a comprender profundamente sus requerimientos, abriendo el camino para luego buscar alternativas más robustas. Tener un supuesto “pegote”, como algunos “expertos” lo llaman, en realidad asegura que la información permanezca dentro del negocio, dándole la oportunidad de conectarse al resto de la organización cuando llegue el momento.


Impacto en las personas y en la cultura


Cuando esas áreas reciben atención tecnológica, las personas sienten que su trabajo importa, que no están rezagados ni olvidados. Esto genera motivación, orgullo y un sentido de pertenencia que impacta directamente en el clima organizacional. No se trata solo de digitalizar procesos: se trata de dignificar el esfuerzo humano, de reconocer que cada colaborador merece herramientas que faciliten su labor y que hagan más visible el valor que aporta al negocio.


La transformación digital, bien entendida, no es solo un tema de sistemas; es un motor de cultura y compromiso.


Una estrategia para no polarizar


Ahora bien, atender estas áreas no significa estar desarrollando “por aquí o por allá” sin rumbo. Se trata de una estrategia clara: avanzar de manera ordenada, construyendo soluciones que preparen el terreno para que, cuando llegue el momento de una integración mayor, no se encuentre una organización polarizada, con áreas de primer mundo y otras en total rezago. Por el contrario, se tendrá un ecosistema más equilibrado, con senderos digitales listos para conectarse.


Transformación digital paso a paso


La verdadera transformación digital no consiste en esperar la plataforma perfecta, sino en permitir que cada rincón de la organización avance. Los desarrollos in house, los aplicativos creados desde la necesidad real del usuario y las soluciones de nicho son más que “pegotes”: son reflejo de una cultura que no quiere dejar rezagado a nadie. Son la muestra de que la transformación no se da de golpe, sino paso a paso, en senderos que suman valor al todo.


 
 
 

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